Siento la necesidad de escribir esta reflexión antes de irme a dormir.
Desde el día 11 de septiembre de 2001 cuando fueron derribadas las 2 torres gemelas denominadas como las World Trade Center, en Nueva York, Estados Unidos, en mi hubo un antes y un después dentro de mi sentimiento hacia el mundo de la aviación.
Jamás lo olvidare. Jamás.
Tras aquel terrible suceso que quedara marcado en la historia para siempre, y después de documentarme mucho leyendo prensa, libros, viendo una y otra vez los videos, etc., intento comprender la "sin razón" y sus efectos.
No puedo.
Me es imposible intentar ponerse en las mentes de aquellos pasajeros ante tal situación por no hablar de los miles de trabajadores que en ese momento realizaban sus tareas como "un día cualquiera", el 11S.
Desde aquel día comprendí muchas cosas y deje de entender a la vez otras. En mi viven el recuerdo de las miles de personas inocentes que ese fatal día perdieron las vidas y a la vez el impacto que produjo en todas sus familias.
Me planto en el presente, dejando incluso atrás el Annus Horribilis 2014 en lo que se respecta a los accidentes de aviación.
Escasamente hace un mes, tuve la oportunidad de ver y fotografiar (como spotter) la actuación (simulacro de rescate) de un helicóptero del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) del Ejército del Aire y me sentí orgulloso de la difícil labor que efectúan por nosotros.
¡ Gracias !
Un mes mas tarde (día 22 de Octubre de 2015) que un helicóptero del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) del Ejército del Aire, con tres militares a bordo, desaparece por la tarde en aguas del Atlántico, cuando regresaba a su base de Gran Canaria tras participar en unos ejercicios en Senegal, no doy crédito a lo acontecido...¡ no puede ser !
Se dice siempre que como tópico que la esperanza es lo único que nunca se debe perder, pero lo peor (sobre todo para los familiares de la tripulación) era leer por prensa un comunicado de que ese mismo día, se recibe una comunicación de la Gendarmería Marroquí de que los tres militares han sido rescatados, están en buen estado y son trasladados en un pesquero al puerto de Dajla cuando el desenlace final es que el día 29 octubre son localizados en el interior de la cabina los cadáveres de los tres tripulantes, según los medios de comunicación.
¿ Desconcierto ? No. ¡ Lo siguiente !
Y todavía no había asumido tal fatal acontecimiento cuando el dia 31 de Octubre de 2015 (coincidiendo de que horas antes inauguraba este blog), se estrellaba un avión Airbus A321-231, el vuelo 7K9268, operado por la aerolínea rusa Kogalymavia (renombrada a Metrojet en 2012).
Llevaba 217 pasajeros y 7 tripulantes, y se estrelló 23 minutos después de despegar en la península del Sinaí, Egipto.
El avión volaba desde el resort turístico de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo, hasta la ciudad rusa de San Petersburgo.
No hay supervivientes del avión ruso siniestrado en el Sinaí...
Una vez más, miro al cielo cuando voy por la calle y busco los contrails que esas aeronaves dejan a su paso, y me pregunto ¿ llegarán a su destino ?
No tengo respuesta, solo deseos de que si.
Quizás alguno si esta leyendo este articulo y si ha leído este articulo Fran "de los aviones" [InFoRo] me pregunte si siento miedo a volar con mi familia.
¿ La respuesta ? ¡ NO !
La pasión por la aviación supera todos los miedos posibles antes, durante y después de volar y siempre me sabe a poco.
No quiero acabar esta reflexión, sin antes volver a pensar en todas las familias que han perdido a sus seres queridos en estos 2 últimos siniestros ocurridos en un corto plazo de tiempo y unirme a su duelo y dolor.
Es lo mínimo que puedo hacer...
Fran Pou (InFoRo)